Marcaban exactamente las 10:00 P.M de la noche, Esteban me manda un mensaje y me dice que lo espere en el estacionamiento de la empresa porque me tiene una sorpresa.
Bajo al estacionamiento y veo que viene Esteban, como todo un caballero me abre la puerta del coche.
No sé a dónde ve llevará y supongo que es sorpresa porque no me quiere decir.
Al llegar al destino, me abre la puerta del coche y bajo.
Veo que es un departamento muy bonito, me dice: No te esperabas una cena imprevista.
Sinceramente no me lo esperaba, al entrar a su departamento ya todo estaba listo.
Mi sorpresa fue que la cena no era comida si no un encuentro pasional.
Solo había una botella de vino tinto y una copa.
Está si que es un verdadero encuentro pasional.
Esteban se veía muy atractivo y apuesto, nuestras miradas se fusionaron.
Lentamente me iba quitando la ropa y yo hacía lo mismo, su carne apetitosa.
Abre la botella de vino y rebosa mi cuerpo, su boca degustando el dulce sabor del vino sobre mi piel.
Mi boca saboreando el delicioso manjar que Esteban me ofrece.
Mmm me sabe tan delicioso probar y comer de toda su piel.
Su cuerpo rebosado en vino tinto, me sabía tan delicioso que mi lengua se enamoro de cada sabor que poseía su deliciosa hombría perfectamente esculpida.
Apretaba mis montes con vigor y yo deslizaba mis uñas largas y afiladas en su espalda que me sabía a gloria.
Me ofrece de postre el vino de su boca y lo bebo todo.
En esta cena imprevista salieron sobraron las palabras, porque los cuerpos dicen más que mil palabras
-Andy Pau
"Té y Letras"
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