miro tus entornos y mi instinto se eleva,
quiero probar o diría catar en tu superficie
las delicias de la vida recién cosechada
al calor de una pasión que de pronto crece.
Al calor de una pasión que de pronto crece y crece a medida que siento tu bella piel canela en mis manos.
Amándonos sin prisa
dejandonos llevar por la piel,
sintiéndonos en cada respiro, llevando mi voz por tus secretos,
ascendiendo entre tus dedos por la noche que nos toma.
Y poco a poco voy elevando la temperatura de tu cuerpo.
Recorro con mis manos tus superficies, tus planicies, tus bordes, tus fronteras y tus horizontes.
Me encanta esa sonrisa dibujada en tus labios, en tus ojos,
la dulce calma mientras respiro entre tus formas,
la sensación de tus dedos haciéndose deseos.
Me encantas hoy aquí.
Tu a mi también me encantas hoy aquí, mi amor.
Eres el hombre de mis sueños.
El hombre que provoca en mi interior tsunamis, huracanes, tempestades y remolinos de sensaciones indescriptibles a la hora de amar.
Tu fragancia masculina enerva mi sangre y mis venas se enardecen.
Me invitan tus manos a recorrer tu piel,
nos encendemos en cada caricia,
tu voz flotando en mi cuello,
mi aliento inundando cada secreto, cada pensamiento,
nos volvemos ríos de placer
mientras la noche penetra en nuestros cuerpos.
La noche penetra en nuestros cuerpos.
Nuestras almas y nuestros corazones se desbocan de placer concebido.
Me amas tanto como yo a ti, mi amor.
Y nos reunimos en momentos de pasión,
nos sentimos más allá de todo despertar.
Somos cuerpo y alma sumando placeres,
inevitables, necesitados del otro.
Amo cuando vienes y eres en tu sonrisa, en tu cuerpo, en tu sentir,
la mujer que tanto soñé..."
-Helmutt von Wagner y Andy Pau
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