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| Fotografía: Milli Vedder |
"Vaya que si te extraño mucho, mi cielo.
No sabes cómo arde por los costados la canción que nos gustaba mucho tararear.
Me recuerda mucho a ti, mi cielo.
Cómo en una simple canción, de repente se te viene de golpe mil recuerdos a la mente.
Y por más que intento no tararearla, no puedo.
Es inevitable.
También recuerdo cuando la bailabamos.
Mis manos en tus hombros.
Tus manos en mi cintura.
Y nuestras pupilas dilatadas.
Uffff, como anhelo esos días contigo.
Tu y yo, juntos.
Y ahora ya no somos nada.
Ya no formas parte de mi historia.
Y no sabes cómo te extraño mucho, mi cielo.
Espero que algún día volvamos a vernos, tan siquiera a lo lejos o tomando un té caliente en una cafetería.
No me resigno a no tenerte.
No puedo estar sin ti.
No puedo vivir sin ti.
No puedo dormir sin ti.
No puedo hacer nada sin tí.
Demonios, no se cómo le haces tú para aguantar la soledad.
Porque pienso que si estás solo, no creo que me hayas olvidado así como si nada significaría.
Y en cambio yo, no te he sacado de mi del todo.
En mi caso, no soporto estar sola.
No sabes cómo quema como fuego la soledad.
Se siente un nudo en la garganta.
No puedo respirar.
Y todo es gracias a ti.
A tu maldita ausencia.
Y que creo que ya no hay un camino de vuelta.
Un camino para que vuelvas a mí para siempre.
Mi cielo, me haces falta.
Me haces mucha falta"
- Andy Pau
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